Ruta realizada el 26/01/2015

Cuando vienen estas nevadas "bajeras", hay que estar preparados para realizar todas esas rutas que uno tiene en la cabeza, porque el Ábrego (viento sur) es muy cruel en estas tierras y si te despistas un poco, te puedes encontrar que la ruta que querías hacer, ya no tiene nieve. Por eso no he querido esperar mucho para hacerme una ruta desde Abiada.

Últimamente, la intención inicial y el resultado final de la ruta, son muy diferentes, pero eso es algo que uno no puede controlar, porque las condiciones climatológicas y el estado de la nieve, al final, son las que marcan el rumbo. La idea inicial era subir a Brañavieja y desde allí (después de hacer una visita a Jaime en el refugio Tres Mares), continuar hacia el Cordel, para volver esquiando a Abiada. Empecé la ruta muy tarde, pero con la ventaja de tener a dos amigos por la zona, que a la postre, me dieron la claves para elegir el camino de vuelta.

La ruta comienza en el centro de Abiada, junto a un cartel que anuncia el PR-S 81, aunque esta vez tampoco le vayamos a hacer mucho caso. Continuamos por la calle Trescasa, que nos conduce hacia El Castro. Una vez superado este, seguimos hasta llegar a un cruce de pistas, que aún nevadas, se intuyen. Elegimos la que nos lleva hacia El Acebal, ( hay un indicador del PR-S 81) y en el primer cruce a la izquierda, hay un portillo de hierro, que hay que superar. Se trata del camino viejo, El Maroquíl, del que ya he hablado en otra de mis rutas por la zona y que me tiene totalmente encandilado. Recorrer este camino, es un placer para los ojos, independientemente de que época se trate, aunque en Otoño es especialmente bonito.

Con nieve, es un camino fácil de seguir, pues la propia nieve resalta el relieve de este viejo camino, que a veces resulta un poco incómodo para ir con esquís, pero que merece la pena seguir, porque aunque a veces se esconde entre los árboles, te permite disfrutar de todos esos parajes peculiares de este rincón campurriano; La Prá, Calgosío, El Acebal, Prao Nestosa......

Encaro la subida de Los Tubos, viendo como se oscurece el día y diviso Brañavieja con nubes amenazantes en su horizonte, pero antes de llegar al refugio recibo una llamada. Es Juan, uno de los amigos que andaban por la zona. Me dice que acaban de bajar el Cordel y me confirman lo que ya sospechaba. Como dice otro amigo; "Hay todo tipo de nieve, pero ninguna buena". Con este "panorama", lo mejor va a ser hacer parada en el refugio y luego, ya veremos. Comparto comida y conversación, mano a mano con Jaime "el del refugio" y decido que la mejor opción, dadas las condiciones reinantes, es bajar por El Brañizo.

Bajar por el Brañizo es la forma más "suave" de bajar, sin tener que "remar" apenas, cuando la nieve está impracticable. Desde el refugio, hay que bajar hasta el aparcamiento de Brañavieja (poblado) y desde allí subir hacia Peña Hincá (sin llegar a la cumbre, no hace falta ni poner pieles). Si la ruta se hace con raquetas, hay un camino que desde la cabaña de Abiada en Caomonte, atraviesa El Abedular, para salir al Invernal del Brañizo. Es el camino más bonito, pero para bajar esquiando, es más práctico dejarse caer desde 

Peña Hincá hacia El Brañizo (para superar El Abedular) y de aquí hasta el invernal del mismo nombre. Desde el invernal del Brañizo, tenemos dos opciones. La primera, sería seguir por la pista (que aún nevada se intuye perfectamente) que te lleva, dejando a la derecha los maltrechos Invernales de Riscaldo, al puente del Pozo de la Ureña. La segunda, consistiría en llegar al mismo sitio, pero por encima de la cabaña del Calamuco, para descender a al misma pista, bajando una loma pelada que da vistas justo en frente, al Invernal del Tío Aniano, junto a los últimos árboles del monte Cabezo, que es la ruta que yo elegí. Desde el puente, sólo nos queda "patinar" y "remar" una pequeña varga hasta el cruce de pistas del que hablamos al principio de la ruta y desde allí volver esquiando por donde vinimos.