2.995 veces vista
Meteo Campoo | 07/02/2015
Este gran temporal de nieve se ha podido vivir de otra forma, porque una parte importante de la percepción de las adversidades depende de lo preparados que estemos para afrontarlas. Tenemos mejores ropas y calzados, mejores casas y calefacciones. Pero no menos importantes son sensaciones más complejas como el desamparo o el aislamiento.
Por ello ante las adversidades especiales nos salen las mejores cualidades de solidaridad y cooperación, y son muchos los que destacan en su trabajo por los demás
Muy pocos han oído hablar de una nueva profesión para la que se han preparado tres intrépidos emprendedores campurrianos de Corconte: Urbano, Alfredo y Javier se dedican a rescatar y reanimar los repetidores de televisión, telefonía e internet cuando fallan en plena adversidad. Durante la temporada alta de nieve llegan a 6 efectivos para dividirse en varios equipos que cubren reparaciones de repetidores en alta montaña desde Galicia hasta el País Vasco.
Hace unos años fundaron la empresa QUADSCAMPOO especializada en dar soporte durante condiciones extremas y en zonas de difícil acceso, empezaron con Quads de orugas y han ido modernizando su parque móvil hasta conseguir las máquinas mejor preparadas para esta función y las técnicas más avanzadas para llegar a su objetivo mediante su larga experiencia en la aproximación, técnicas GPS y mucho trabajo de planificación en verano para estudiar las rutas alternativas de acceso.
Seguro que en algunas zonas han fallado en el peor momento la TDT, los móviles o el internet, pero en muchas no han fallado y ello es gracias a quienes mantienen estas instalaciones en las situaciones más difíciles.
Prueba de lo arriesgado de su trabajo ha sido lo acontecido el día 4 de Febrero de 2015, anocheciendo y en pleno temporal de nieve Alfredo y su acompañante estaban terminando de arreglar el repetidor de monte Ibio, cerca de Torrelavega, cuando volvieron a nacer. Les cayó uno de los muchos rayos ocurridos durante la tormenta de nieve, han sobrevivido gracias a su suerte y al sistema de protección pararrayos de las instalaciones. Ellos estaban montados en sus Quads de orugas a unos 20 metros de la torre cuando salieron despedidos por la explosión, quedaron tendidos en la nieve y Alfredo que estaba unos metros más cerca quedó paralizado unos minutos, le entró una chispa por la mano que tenia agarrada al manillar y por el trasero sentado cerca del chasis. El Quad quedo sin electrónica pero consiguieron recuperarse, arrancarlo y bajar. Tras el accidente han tenido la suerte de seguir con su apretada agenda de misiones imposibles en las cimas más difíciles y en las peores condiciones meteorológicas.
Categorías: